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QUIERO MI CARRO CON KAIZEN 100% COLOMBIANO

¿Papá por qué REANULT siempre nombra sus modelos con un número? Esta fue una de las pocas preguntas que mi padre no pudo contestarme con absoluta certeza a una edad  en donde todo era susceptible de cuestionarse, pero la duda no era gratuita,  cada dos o tres años en mi casa teníamos la fortuna de dar un salto generacional en términos automotrices, pasamos del RENAULT 4 al 6, del 6 al 12 y del 12 al 18 no sé porque razón nunca le dimos chance al 9, tal vez cuestión de agüero, lo cierto es que mientras mi padre exhibía orgulloso a vecinos y familiares las características mecánicas de su nueva nave yo solo atinaba a preguntarme por el curioso número del modelo, a medida que fui creciendo y por razones que sonarán casuales, los vehículos pasaron a ser también parte de mi formación profesional, no desde la ingeniería mecánica carrera que cursé orgulloso, sino desde la mejora continua “carrera” que fui aprendiendo con la experiencia a lo largo de los años y a lo cual hoy me dedico. Lo más curioso tal vez es que cada que algo sucedía en mi camino profesional en eso del mejoramiento continuo llegaba una sospechosa pero enriquecedora relación con las marcas de carros que hicieron y han hecho parte de mi vida.


El primer contacto con este pacto intangible entre la mejora y mi historia automotriz comenzó en la universidad durante una clase de mantenimiento mecánico, en la facultad de Ing. mecánica tuve la increíble fortuna de recibir enseñanzas  de un profesor que traía su experiencia de la planta de la CCA (Mazda) en Bogotá,  el Ingeniero Fabio Peña a quien debo en gran medida mi inclinación por los modelos japoneses de productividad, en una de sus clases nos introdujo al concepto de las 5S y a través de varios videos de aplicación en plantas Japonesas de esta simple pero valiosa metodología se me abrió la puerta a un mundo de conocimiento que vendría de allí adelante, por esta razón tal vez el carro que quise comprar con mi primer sueldo como ingeniero y con ayuda de mi padre fue un Mazda, éste flamante segundazo 323 coupe color aceituna con el que desahogué mis juveniles aires de piloto fue una prueba contundente de que la ingeniería automotriz colombiana basada en un modelo japonés de control de calidad era claramente tangible y confiable, ése coupé luego fué reemplazado por otro Mazda que modifiqué estéticamente rompiendo incluso algunas reglas básicas no sólo de ingeniería  sino confort cuando recorte sus suspensión, pero eso ya es otra historia.

Mas adelante en mi aprendizaje sobre mejoramiento tratando de poner en práctica los métodos del TPM en una planta de alimentos,  vi como referente del KAIZEN la fábrica de Sofasa en Medellín y gracias a una visita tuve la fortuna de ver una de las plantas hoy en día con mejores prácticas de mejoramiento continuo, incluso en esa época aun se ensamblaban ahí las camionetas PRADO de TOYOTA, en el recorrido por una línea de montaje de RENAULT altamente estandarizada y sincronizada recordé algunos de los clásicos que enorgullecían a mi padre pero en su versión renovada, motivado y referenciado para comenzar mi propio camino de mejoramiento al estilo KAIZEN recibió mi esposa como herencia familiar un compacto pero bien diseñado TWINGO que se desempeñó como un titan en medio de las desmoronadas calles Bogotanas y que se conservó en perfecto estado incluso pasados los casi 100.000 km con que lo vendí, este RENAULT con personalidad y desempeño fue otra prueba tremenda de que los modelos KAIZEN de mejora han sido bien desarrollados y puestos en práctica por nuestras ensambladoras.
Para completar la trilogía de las marcas Colombianas, éste año gracias al alcalde Petro tuve la necesidad de cambiar aquel TWINGO, no por vejez sino por una desafortunada incompatibilidad de placas, me dolió dejarlo, pero todo cambio trae su recompensa, aunque confieso que no era muy inclinado a los CHEVROLET a pesar de haber aprendido a manejar en un SPRINT y sacado a pasear la primera novia en un SWIFT que mi madre me prestaba con temor,  en la nueva búsqueda por causa del pico y placa encontré una excelente relación precio, diseño y respaldo en esta marca que me hizo perder anteriores e infundados temores,  con mi SPARK al volante solo tenía que completar el ciclo, conocer la fábrica, fue así como a través de un par de estudiantes pude visitar la planta ensambladora más grande del país,  lo que vi lejos de sorprenderme me confirmó no solo la calidad de sus procesos sino de las personas que los fabrican, la amabilidad de su gente, la pasión por su trabajo y los métodos esbeltos son suficiente garantía de que voy a tener CHEVROLET por años,  esta experiencia de conocer otra planta fundamentada en los métodos LEAN fue un referente más con respecto a los modelos de mejoramiento que promulgo con frecuencia.


Pero vamos mas allá de mi historia personal que es realmente una excusa para presentar un punto realmente importante: las empresas que fabrican las marcas con las que hemos convivido los colombianos por años son claros ejemplos de los modelos de mejoramiento mundiales y no sólo ellas sino cientos de empresas que como proveedores de partes han aprendido igualmente a hacer más con menos, pensando en calidad, costos y entregas a tiempo.
                               
No voy a discutir los efectos presentes y futuros de los tratados de libre comercio en la industria colombiana pero quiero dejar una pregunta en el aire: si éstas empresas son referentes de mejoramiento para muchas otras que hemos aprendido sobre KAIZEN, TPM, LEAN y TQM gracias a ellas, ¿cómo vamos a garantizar que lo sigan siendo por muchos más años?;  Yo personalmente las voy a seguir apoyando, creo en su calidad y el esfuerzo que hacen para ser competitivas todos los días, si otro alcalde me obliga de nuevo a cambiar de vehículo quiero que sea uno hecho con KAIZEN 100% colombiano, ésto no se trata de "colombiano compra colombiano" esos eran viejos tiempos y no es tampoco una campaña de marca país, es un apoyo a quienes me han enseñado indirectamente parte de lo que hoy soy, no trabajo en esa industria lo cual es paradójico pero precisamente ahí está el punto, lo que he aprendido de esas líneas de montaje hoy se aplica a otras industrias totalmente distintas, los modelos son transversales y todos debemos aprender de todos si queremos continuar en el mercado, si no están quienes dan ejemplo a visitantes, estudiantes, clientes y proveedores ¿entonces de quien vamos a seguir aprendiendo ?, ¿De la industria de comodities a la que parecemos destinados a depender? no lo creo.

No va a ser fácil, pero las bases fundamentales del cambio cultural hacia los sistemas esbeltos están ahí todavía respirando en nuestro medio, en los talleres, en los empleados y en los pisos de esas plantas que los han hecho crecer por años, he recorrido igualmente las fábricas con tal vez los mayores estándares en esa industria como NISSAN y TOYOTA en Japón y sé que en seguir esos métodos con constancia está la clave, no pretendemos ser TOYOTA pero si seguir algunos de sus pasos hacia la excelencia y para eso tenemos que poner todos una parte……..entre otras puede que me este llegando el momento de tener uno.


Hasta la próxima.

LA IMPORTANCIA DE LAS PEQUEÑAS MEJORAS


Esta vez quisiera tocar un aspecto fundamental del modelo KAIZEN: las pequeñas mejoras, aunque el mismo significado del KAIZEN hace referencia a los cambios buenos e incrementales, muchas veces con la imperiosa velocidad con las que las empresas demandan cambios y mejoramiento a veces el sistema de pequeñas mejoras pareciera no ser la respuesta, sin embargo encontré un muy buen artículo de Jon miller en www.gembapantarei.com que me devolvió la fe y quise traducir para ustedes.


Visualizando los beneficios de los pequeños pasos incrementales.

Uno de los principios fundamentales del kaizen es que uno debe continuamente tomar muchos pequeños pasos hacia la condición ideal, La ventaja de este enfoque es que al mantener los pequeños pasos se logra que sea psicológica como físicamente más fácil ir tomando acción, lo cual genera una retroalimentación positiva pues las personas se sienten estimuladas a tomar mas y mas pequeños pasos. 

Sin embargo también hay debilidad en el kaizen al mejorar en pequeños pasos, los resultados no siempre aparecen inmediatamente y no todos nosotros, o nuestros clientes y jefes, son lo suficientemente pacientes para permitirnos que sigamos dando pequeños pasos de mejora. 

Los líderes siempre deben recordar el principio de "buen proceso, buenos resultados" y permitirle a la gente continuar en el camino del kaizen, esto es fundamental para posibilitar el aprendizaje de los errores y mejorar la habilidad para resolver problemas, pero hacer cálculos de costos simplistas es una gran trampa, tomar la decisión de reducir el tiempo de formación, el tiempo para kaizen, o el tiempo de trabajo en equipo cuando los resultados kaizen parecen estar llegando demasiado lentamente. En este caso el proceso puede necesitar una revisión, pero no detenerse.


Otro reto para el kaizen es que parece impractico que una serie de pequeños pasos permitan resolver grandes problemas, los problemas que están más allá de nuestro ámbito inmediato de control o que están demasiado lejos del gemba pueden parecer difíciles de abordar por el kaizen como una serie de pequeñas mejoras o pueden parece demasiado complejos, aquí es donde la velocidad del ciclo Plan, Do, Check, Act a través de pequeños pasos es tan importante como el impacto de cualquier mejora individual, a menudo, grandes y complejos problemas son simples aglomeraciones de muchos pequeños problemas o problemas entrelazados con las causas subyacentes comunes, acercarse a ellos sin temor a través de prácticas y veloces pequeñas mejoras no sólo nos puede mostrar el camino a seguir, nos puede dar coraje para continuar.

Debemos confiar en el proceso y continuar, pero necesitamos algo más que fe en que los pequeños pasos que estamos dando, necesitamos pruebas. Tal vez más para proyectos grandes o kaizen de una semana de duración, es necesario y esencial visualizar el beneficio de las pequeñas mejoras con prontitud, una vez que el valor o impacto de una mejora se ha establecido, todos los esfuerzos deben hacerse para agregarlos hasta que puedan empezar a verse los beneficios.


Un ejemplo bastante común en la manufactura de autos es demostrar como un poco de reducción del desperdicio por máquina cada día y cada semana ahorra a la compañía el equivalente de un coche nuevo al mes.

Para ver el artículo original.

Para complementar el tema quisiera dejarles este interesante video que encontré sobre el KAIZEN en una empresa automotriz Colombiana, espero lo disfruten.

http://www.youtube.com/watch?v=bAdm_sLQW5E


¿ES MOMENTO DE REPENSAR LA MEJORA CONTÍNUA?



Cuando muchas empresas hoy comienzan el camino de la mejora continua a través de modelos probados por varios años, hay quienes hoy se preguntan si vamos por el camino correcto como es el caso de Ron Ashkenas que escribió un artículo para Harvard Business Review y que quisiera compartir con ustedes.

"Seis Sigma, Kaizen y Lean y otras variaciones de mejoramiento continuo pueden ser perjudiciales para la salud de su organización", mientras puede ser una herejía decir esto, evidencia reciente desde Japón y otros lugares sugiere que es el momento de cuestionar estos métodos.

Hay que admitir que la mejora continua impulsó la economía de Japón, en los años 50 los fabricantes Japoneses tenían una reputación de pésima calidad, pero a través de una cultura de cambio analítico y sistemático, Japón fue capaz de pasar de ser el peor a ser el primero. Comenzando en los 70s, la habilidad del país para crear productos de bajo costo y alta calidad les ayudó a dominar sectores claves como el automotriz las telecomunicaciones y productos electrónicos de consumo. Para completar esta recuperación milagrosa, las compañías occidentales comenzando con Motorola empezaron a adaptar estos métodos Japonenses. Ahora casi todas las compañías las grandes compañías occidentales incluso muchas pequeñas se volcaron a la mejora continua.

¿Pero que ha pasado con Japón? En el último año las compañías de electrónica en Japón han perdido más de $21 billones de dólares y han sido rutinariamente desplazadas por competidores de China, Sur Corea y otros países. Fujio Ando director general de Chibagain Asset Managements sugiere: “La industria de electrónica de consumo en Japón está enfrentando la derrota. Similarmente, la industria automotriz japonesa ha estado plagada de una serie penosos problemas de calidad y ha perdido tasa de mercado con compañías de Corea del Sur e incluso Estados Unidos."

Mirando más allá de Japón, compañías Americanas icónicas en Seis Sigma como Motorola y GE han luchado en los últimos años para ser líderes en innovación. 3M que invirtió fuertemente en mejoramiento continuo ha relajado su metodología Sigma con el objeto de incrementar su flujo de innovación. Como pensador de innovación Vijay Govindarajan dice: “Entre más amarrada está una compañía en control total de calidad, mas va a herir su progreso en innovación. El estado mental necesario, las capacidades necesarias, las métricas necesarias la cultura total que se necesita para generar innovación discontinua son fundamentalmente diferentes”.

¿Debemos abandonar la mejora continua? Absolutamente NO! esta ha creado un valor tremendo y aun dirige la ventaja competitiva en muchas compañías e industrias. Pero tal vez es momento de matizar el enfoque de las siguientes maneras.

Personalizar como y donde aplica el mejoramiento continuo.

Una talla en mejora continua no le sirve a todas las partes de la organización. El tipo de rigor requerido en un ambiente de manufactura puede ser innecesario o a veces destructivo en un área de diseño o de investigación. Seguro que es importante inyectar disciplina en el desarrollo de un servicio o producto pero no tanto que desestimule la creatividad.

Pregúntese si el proceso debería ser mejorado, eliminado o interrumpido.

Muchos proyectos de mejoramiento enfocados en ganar eficiencias no retan los supuestos básicos de lo que se hace. Por ejemplo un equipo seis sigma en una firma de productos de consumo masivo gastó una gran cantidad de tiempo compartiendo información entre la oficina central y la fuerza de ventas pero nunca se preguntó cómo se usaba esta información finalmente, una vez lo hicieron pudieron eliminar datos y liberaron miles de horas que fueron redirigidas a actividades de cara a los clientes.

Evalúe el impacto en la cultura de la compañía.

Dé una fuerte mirada a las implicaciones culturales del mejoramiento continuo. ¿Cómo afecta el comportamiento del día a día? Una mentalidad enfocada a los datos puede estimular a los gerentes para que ignoren la intuición o a ignorar datos anómalos que no encajen en nociones preconcebidas. En otros casos hace que los gerentes sólo orienten sus preguntas a la ejecución o al costo en lugar de explorar ideas mediante experimentación que no podría ser justificada en las métricas tradicionales.

La mejora continua no tiene que ser incompatible con la innovación disruptiva, pero a menos que pensemos en ella de una manera más sutil, filtrada y creativa, podríamos forzar a las compañías a escoger entre las dos.

Para ver el artículo original en ingles:


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