Mostrando entradas con la etiqueta mejora continua. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mejora continua. Mostrar todas las entradas

EL LEGADO DE BENJAMIN FRANKLIN PARA ADMINISTRAR EL TIEMPO EN EL 2013


Hace casi trescientos años, Benjamín Franklin propuso una aproximación al cambio de hábitos que aún no se ha superado, era un adulto joven en busca de enderezar su comportamiento, Franklin elaboró ​​una lista de trece virtudes, anotando una breve definición de cada una, Esos fueron rasgos de carácter que él consideró eran importantes, pero que se dio cuenta que le faltaban. Él sabía que cultivar estos hábitos le traería un cambio positivo en su vida.
Comenzando en la parte superior de la lista, Franklin pasó una semana trabajando en cada virtud, por la mañana pensaba en cómo iba a reforzar el nuevo hábito durante todo el día y durante el día miraba las notas para recordarse a sí mismo del nuevo hábito, al final de la jornada, contaba cuántas veces volvía a caer en el viejo hábito.

Mientras que Franklin se sorprendió al principio al ver lo "defectuoso" que era su comportamiento, estaba resuelto, así que siguió adelante trabajando a través de toda la lista en un ciclo de trece semanas hasta completar cuatro ciclos en un año. En cuanto a los resultados, anotó en su autobiografía que si bien la perfección era inalcanzable, pudo ver grandes mejoras.

Los psicólogos modernos reconocen tres elementos claves en este procedimiento de más de trescientos años para cambiar de hábitos:

1. Comenzó comprometido con el nuevo comportamiento.
2. Trabajó en sólo un hábito a la vez.
3.. Utilizó recordatorios visuales.

Aplicando el método de Benjamín Franklin

Aquí hay 12 hábitos de gestión del tiempo para el nuevo año. Adáptelos como quiera, pero lo que sea que haga, trabaje una cada semana utilizando el método de Benjamín Franklin:

Hábito 1: Luche por ser auténtico. Sea lo más honesto consigo mismo, tanto como pueda sobre lo que quiere y por qué lo quiere.

Hábito 2: Favorezca las relaciones de confianza. Ponga sus esfuerzos en construir relaciones con personas con las que puedes confiar y contar, y asegurarse de que esas mismas personas pueden confiar y contar con usted.

Hábito 3: Mantenga un estilo de vida que le dé la máxima energía. Realice ejercicio aeróbico al menos tres veces a la semana, coma una comida ligera, y duerma lo suficiente.

Hábito 4: Escuche su biorritmo y organice su día en consecuencia. Cree el hábito de prestar atención a las fluctuaciones regulares en sus niveles de energía física y mental durante toda la jornada, y en base a lo que aprenda, realice ajustes en la forma de programar las tareas.

Hábito 5: Establezca muy pocas prioridades y adhiérase a ellas. Seleccione un máximo de dos cosas que sean su mayor prioridad, y planifique el tiempo para trabajar en ellas.

Hábito 6: Disminuya las cosas que son incompatibles con sus prioridades. Aprenda a decir NO a otras personas y hágalo con frecuencia.

Hábito 7: Separe tiempo para un esfuerzo concentrado. Programe tiempo cada día para trabajar en una sola cosa.

Hábito 8: Siempre busque formas de hacer las cosas mejor y más rápido. Esté en permanente observación de las tareas que usted hace una y otra vez y busque formas de mejorar la forma en que las hace.

Hábito 9: Construya procesos sólidos. Establezca procesos que duran y que se ejecuten sin su atención.

Hábito 10: Anticípese a las dificultades y resuelva los problemas inmediatamente. Dedique un tiempo para pensar en lo que está por venir, y enfrente todos los problemas tan pronto como sea posible.

Hábito 11: Divida sus metas en pequeñas unidades de trabajo, y pensar sólo en una unidad a la vez. Pase la mayor parte de su tiempo trabajando en la tarea que tenga al frente y evitar soñar demasiado sobre el gran objetivo.

Hábito 12: Termine lo que es importante y dejar de hacer lo que ya no vale la pena. No deje de hacer lo que considera que vale la pena emprender a menos que haya una buena razón para renunciar.


Hasta la próxima!

¿ES MOMENTO DE REPENSAR LA MEJORA CONTÍNUA?



Cuando muchas empresas hoy comienzan el camino de la mejora continua a través de modelos probados por varios años, hay quienes hoy se preguntan si vamos por el camino correcto como es el caso de Ron Ashkenas que escribió un artículo para Harvard Business Review y que quisiera compartir con ustedes.

"Seis Sigma, Kaizen y Lean y otras variaciones de mejoramiento continuo pueden ser perjudiciales para la salud de su organización", mientras puede ser una herejía decir esto, evidencia reciente desde Japón y otros lugares sugiere que es el momento de cuestionar estos métodos.

Hay que admitir que la mejora continua impulsó la economía de Japón, en los años 50 los fabricantes Japoneses tenían una reputación de pésima calidad, pero a través de una cultura de cambio analítico y sistemático, Japón fue capaz de pasar de ser el peor a ser el primero. Comenzando en los 70s, la habilidad del país para crear productos de bajo costo y alta calidad les ayudó a dominar sectores claves como el automotriz las telecomunicaciones y productos electrónicos de consumo. Para completar esta recuperación milagrosa, las compañías occidentales comenzando con Motorola empezaron a adaptar estos métodos Japonenses. Ahora casi todas las compañías las grandes compañías occidentales incluso muchas pequeñas se volcaron a la mejora continua.

¿Pero que ha pasado con Japón? En el último año las compañías de electrónica en Japón han perdido más de $21 billones de dólares y han sido rutinariamente desplazadas por competidores de China, Sur Corea y otros países. Fujio Ando director general de Chibagain Asset Managements sugiere: “La industria de electrónica de consumo en Japón está enfrentando la derrota. Similarmente, la industria automotriz japonesa ha estado plagada de una serie penosos problemas de calidad y ha perdido tasa de mercado con compañías de Corea del Sur e incluso Estados Unidos."

Mirando más allá de Japón, compañías Americanas icónicas en Seis Sigma como Motorola y GE han luchado en los últimos años para ser líderes en innovación. 3M que invirtió fuertemente en mejoramiento continuo ha relajado su metodología Sigma con el objeto de incrementar su flujo de innovación. Como pensador de innovación Vijay Govindarajan dice: “Entre más amarrada está una compañía en control total de calidad, mas va a herir su progreso en innovación. El estado mental necesario, las capacidades necesarias, las métricas necesarias la cultura total que se necesita para generar innovación discontinua son fundamentalmente diferentes”.

¿Debemos abandonar la mejora continua? Absolutamente NO! esta ha creado un valor tremendo y aun dirige la ventaja competitiva en muchas compañías e industrias. Pero tal vez es momento de matizar el enfoque de las siguientes maneras.

Personalizar como y donde aplica el mejoramiento continuo.

Una talla en mejora continua no le sirve a todas las partes de la organización. El tipo de rigor requerido en un ambiente de manufactura puede ser innecesario o a veces destructivo en un área de diseño o de investigación. Seguro que es importante inyectar disciplina en el desarrollo de un servicio o producto pero no tanto que desestimule la creatividad.

Pregúntese si el proceso debería ser mejorado, eliminado o interrumpido.

Muchos proyectos de mejoramiento enfocados en ganar eficiencias no retan los supuestos básicos de lo que se hace. Por ejemplo un equipo seis sigma en una firma de productos de consumo masivo gastó una gran cantidad de tiempo compartiendo información entre la oficina central y la fuerza de ventas pero nunca se preguntó cómo se usaba esta información finalmente, una vez lo hicieron pudieron eliminar datos y liberaron miles de horas que fueron redirigidas a actividades de cara a los clientes.

Evalúe el impacto en la cultura de la compañía.

Dé una fuerte mirada a las implicaciones culturales del mejoramiento continuo. ¿Cómo afecta el comportamiento del día a día? Una mentalidad enfocada a los datos puede estimular a los gerentes para que ignoren la intuición o a ignorar datos anómalos que no encajen en nociones preconcebidas. En otros casos hace que los gerentes sólo orienten sus preguntas a la ejecución o al costo en lugar de explorar ideas mediante experimentación que no podría ser justificada en las métricas tradicionales.

La mejora continua no tiene que ser incompatible con la innovación disruptiva, pero a menos que pensemos en ella de una manera más sutil, filtrada y creativa, podríamos forzar a las compañías a escoger entre las dos.

Para ver el artículo original en ingles:


Un artículo relacionado muy interesante.