LA CONFIABILIDAD BASADA EN LO SIMPLE (PERO EFECTIVO)

En la búsqueda de la confiabilidad de los equipos dentro de las organizaciones hemos pasado históricamente por una gran cantidad de técnicas y metodologías, desde el clásico mantenimiento preventivo hasta las técnicas más avanzadas de análisis predictivo, hemos aprendido de diferentes industrias, sectores, autores y normas, muchas veces elaborando sofisticados sistemas y complejos modelos que nos permitan encontrar el santo grial de la confiabilidad o por lo menos predecir el futuro comportamiento de los activos, desafortunadamente hemos tratado de lograr resultados aislados muchas veces de la operación ignorando condiciones básicas necesarias para lograr el sueño del cero fallos.

Lo que tranquiliza es que a veces logramos sacudirnos y despertar de esa innecesaria complejidad para volver al sentido común y a las cosas simples pero efectivas que pasamos por alto.

Esto que menciono anteriormente lo confirmé en el último congreso internacional de mantenimiento llevado a cabo en Bogotá el pasado mes de abril, este congreso que reúne la crema y nata de la confiabilidad y la gestión de activos entregó el premio ACIEM a la ingeniería de mantenimiento a dos ingenieros que se destacaron por su ponencia llamada: “Optimización de costos de mantenimiento a través de la implementación del cuidado básico de los equipos y mantenimiento menor por operaciones”, estos ingenieros mediante un excelente trabajo confirmaron dentro de un sector usualmente complejo en su enfoque al mantenimiento, lo que desde hace muchos años sabemos pero que por su simpleza tendemos a ignorar: que la confiabilidad de los equipos parte de su cuidado, inspección y limpieza por parte del operador.

Los ingenieros Eynar Sarmiento y Edison Cordoba Moreno se enfocaron en demostrar que en la estrategia de mantenimiento debe estar involucrado el operador y que el secreto está en desarrollar sencillas rutinas de inspección, limpieza y lubricación enfocadas en los principales modos de fallo históricos por parte de quien opera los equipos, suena simple pero es así, el beneficio financiero obtenido (producto del aumento en la confiabilidad) y el impacto hacia la gestión de mantenimiento fueron enormes, dicho por los mismos autores en su conclusiones: 

“El cuidado básico de los equipos por operaciones disminuye la cantidad de órdenes de trabajo que entran al sistema de mantenimiento permitiendo con esto que el personal se concentre en atender tareas verdaderamente críticas para el negocio”. Poderoso!.

Este reconocido trabajo está fundamentado en conceptos muy antiguos pero ignorados hoy por la industria, las medidas para alcanzar el cero fallos están asociadas a respetar las condiciones de operación, a la conservación de las condiciones básicas (limpieza, lubricación y ajuste), a revertir el deterioro acumulado, a la eliminación de los puntos débiles de diseño y al entrenamiento permanente de quien opera y quien mantiene, ¿conceptos complejos?, muy poco, a veces las respuestas a los problemas están más cerca de lo que pensamos es solo que hacer lo simple no siempre es más fácil, pero si más efectivo.

Solo como una manera de soportar estos conceptos les dejo algunos datos de la literatura sobre la importancia del cuidado básico de los equipos. (tomado del libro TPM reloaded de Joel Levitt)

  • Los tornillos flojos son la segunda mayor causa de las paradas de equipos.
  • Un estudio del sociedad japonesa de ingeniería de plantas demostró que el 53% de las paradas de equipos eran causadas por suciedad y problemas de pernos.
  • Una compañía japonesa encontró que el 60% de sus averías eran causadas por falta de pernos o tuercas sueltas o mal seleccionadas y el 48% tenían alguna anormalidad (floja, faltante o defectuosa).

En otro trabajo interesante del ing Fernando Jesus Guevara Carazas, (facilitador RCM,  Doctor PhD  y Master en Ing. de Confiabilidad) Titulado: "Aplicación del mantenimiento centrado en confiabilidad como herramienta para el incremento de vida operacional de activos mineros", deja claro en sus conclusiones:.

“La implementación de rutinas de inspección, permite de forma económica y rápida la identificación de la modificación de parámetros normales de operación, y confirma la importancia del recurso humano en las operaciones de sistemas mecánicos. Resaltando que aun hoy el hombre con sus sentidos sigue siento la mejor herramienta para el mantenimiento predictivo y preventivo en la gestión de activos físicos en la industria de todas las naturalezas.”

Tal vez a veces queremos hacer complejo lo que no es, “complique los problemas y se saldrá siempre con la suya” posiblemente sea la máxima de muchos como lo explica el autor Jack Trout en su libro el poder de lo simple del cual quiero dejar algunos apartes.

“Bien señoras y señores lectores, la vida profesional es mucho más sencilla de lo que muchos creen. Lo que pasa es que hay demasiada gente dedicada a complicarla, es decir a enmarañarla, la forma de sobrevivir a esta situación es ser simple. Es así de fácil y de difícil, solo se trata de simplificar las cosas. Es decir simplificar lo complejo y sobretodo; no complicar lo simple”

“Todos los desarrollos científicos que han tenido que ver con lo empresarial y lo profesional han tratado de encontrar modelos matemáticos que los resuelvan, sin tener en cuenta que las variables principales son personas. Es decir ciencias relacionadas con lo humano se han querido explicar con principios de una ciencia exacta”.

Así entonces no podemos esperar que los sistemas mecánicos o eléctricos sean confiables cuando quienes los operan y mantienen omiten dentro de su mantenimiento y cuidado la condición básica, tal como lo hace claro Tokutaro Suzuki en su libro TPM en industrias de proceso:

“Muchas plantas son negligentes con las condiciones básicas del equipo, (limpieza, lubricación y ajuste) y no cumplen las condiciones de uso, el equipo sufre deterioro acelerado. En situaciones como estas es inútil intentar realizar un mantenimiento predictivo o periódico”

“Un equipo que se avería por deterioro forzado antes de la fecha de su siguiente servicio, fuerza a establecer intervalos de servicio ridículamente cortos, no importa lo buenas que sean las técnicas de diagnóstico, no pueden predecirse intervalos óptimos en un entorno de pernos y tuercas flojas”

Si pensáramos en nuestra salud como una analogía de lo que expongo, encontramos que el respeto por las condiciones básicas del cuidado de nuestro cuerpo como el sueño, la alimentación y la higiene son la clave para una vida saludable de largo plazo, lo mismo que queremos con los activos físicos, no pretendo sobresimplificar la ciencia del mantenimiento pero si dejar una reflexión al respecto.

Por autorización expresa de los autores les comparto el trabajo ganador del premio ACIEM a la ingeniería de mantenimiento 2014, espero que sea de gran utilidad para muchos y bienvenidos los comentarios.

https://drive.google.com/file/d/0B6Y0pXfLKvKAdjV0Y1Z5MzBwNTA/edit?usp=sharing