¿Qué tanto Kaizen podemos hacer los colombianos? (segunda parte)

En esta entrada continuaré mencionando los atributos que según el ensayo ¿Cómo somos? los Colombianos, tienen que ver con nuestra posibilidad de hacer Kaizen en nuestras empresas.

Inconstantes:

"Somos inconstantes pues a poco de haber iniciado una tarea nos acomete el desaliento, se nos agota el entusiasmo y entonces comenzamos a desertar masivamente del objetivo que perseguimos…nuestra falta de constancia hace que nos cueste mucho mantenernos en la excelencia y por ello, como alguien lo señaló alguna vez, los colombianos resultamos buenos, sólo por raticos….."

"Nuestra falta de perseverancia nos lleva incluso a tener una óptica distorsionada del éxito en la vida, ya que quienes han triunfado en ella en vez de reconocerles que alcanzaron sus objetivos porque persistieron con tenacidad en su empeño, decimos más bien: "pero tuvieron suerte".

¿Irresponsables?

"A diferencia de otras sociedades que estimulan en los niños una clara percepción de los efectos que podrían derivarse de las fallas u omisiones en el cumplimiento de sus deberes, nuestra cultura vernácula nos condiciona a creer que si cometimos un error o sufrimos un fracaso, el solo hecho de no haber obrado intencionalmente es un argumento válido para justificar que nos equivocamos, como todo ser humano, y así quedar exentos de cualquier responsabilidad."

"…..la actitud de responder por nuestros propios actos, así como la de exigir responsabilidad a otros por los suyos, no existen virtualmente entre nosotros…. la permisividad encubridora nos lleva siempre a encontrar siempre disculpas para todo, a esa excusitis crónica en la que vivimos, gracias a la cual nunca nos reconocemos responsables de nada."

"…los colombianos mostramos cierta inclinación a incumplir lo convenido, en múltiples circunstancias, por causa de nuestra proverbial informalidad, por falta de formación en el sentido de la responsabilidad y por que preferimos las palabras bonitas a las feas verdades".

Apáticos.

"El término apatía –que etimológicamente significa sin pasión- puede aplicarse a la actitud de falta de entusiasmo frente a ciertos valores y propósitos esenciales para salvar el país (o las empresas*)…….ya que hoy son muchos los colombianos que sólo en el futbol, la rumba o el sexo, se muestran verdaderamente apasionados."

*comentario del Resaltadorkaizen

En la próxima entrada veremos la última parte del tema en el que analizaremos las características de nuestra cultura empresarial que impiden la implementación de herramientas Kaizen.

¿Qué tanto Kaizen podemos hacer los colombianos?

Hace poco encontré un libro llamado "¿Cómo somos? los colombianos", del autor Germán Puyana García, en sus reflexiones sobre la idiosincrasia y cultura intenta definir la manera colectiva de ser de los colombianos, algunas de las facetas descritas en el ensayo permiten analizar los obstáculos que nuestra propia cultura ofrece al momento de implementar iniciativas Kaizen de mejoramiento continuo.

Siempre se ha sostenido que el éxito de la implementación de iniciativas de mejora continua dependen de la cultura misma, del país donde son implementadas y van asociadas siempre al sentido de responsabilidad, disciplina y constancia, sin ánimo de criticar nuestra propia cultura voy a resaltar algunas frases del libro para que ustedes saquen sus propias conclusiones, ¿será que nuestra propia cultura efectivamente afecta el avance positivo de la mejora continua?.

Atributos de los colombianos (según el autor)

Individualistas.

"Los colombianos somos individualistas hasta los tuétanos, fruto de la educación recibida en el hogar y la educación tradicional que potencian nuestro ego y nos determinan categóricamente a pensar y a actuar en función de nosotros mismos, a menudo sin noción del cuerpo social del que formamos parte …..con base en esta condicionante pedagógica se han deformado generaciones enteras de colombianos que desconocen o no tienen claros ciertos conceptos esenciales de la vida en común, como los derechos de los demás, el interés colectivo o le bienestar general"

"Por ello, como lo señaló alguna vez el profesor Takeuchi, aunque un colombiano puede ser más inteligente que un japonés, dos japoneses siempre serán más inteligentes que dos colombianos, porque mientras estos se recelan instintivamente entre si y se distancian, los nipones se unen, se apoyan, suman sus fuerzas y potencian sus capacidades individuales"

"….pues solo queremos creer en nosotros mismos y buscar ante todo nuestros objetivos personales, con lo cual establecemos un patrón de comportamiento disociador que nos hace difícil integrarnos como una colectividad solidaria…."

Incumplidos.

"Por tanto, a diferencia de otros pueblos de distinta cultura, en la sociedad colombiana nadie se siente avergonzado realmente por haber incumplido un compromiso……..Por ello la típica promesa de "voy a hacer todo lo posible…" a menudo constituye una sutil premonición, por parte de quienes lo hacen, de que probablemente no nos van a cumplir….."

"La clásica excusa de la "falta de tiempo", que ofrecen quienes han incumplido para poder postergar sus compromisos, se constituye en una institución sociocultural a la cual hemos terminado por habituarnos…."

"A diferencia de las sociedades avanzadas donde los compromisos se respetan y no se admiten disculpas para incumplirnos o postergarnos, nosotros en cambio practicamos una laxa tolerancia con quienes fallan en lo pactado, pero "se mueren de la pena", ya que cuando se trata de faltar a lo convenido, los colombianos podemos ser informales hasta lo inverosímil".

Impuntuales:

"Vista como la manifestación por excelencia de nuestra indisciplina colectiva, el hábito de la impuntualidad es una consecuencia natural de la imprevisión y la informalidad que son también, costumbres nacionales".

"Por ello aunque en eventos y compromisos de cualquier índole la hora de iniciación se anuncie públicamente, sólo por excepción se cumple, pues casi nadie le da crédito y entonces casi nadie llega a tiempo, al punto que se ha dicho que los colombianos sólo llegamos puntuales a nuestro propio entierro……Así mismo la costumbre de hacer citas, no a una hora precisa, como en cualquier país, sino "tipo", es una práctica vernácula a la cual apelamos para manipular el tiempo, porque ese tal "tipo", subjetivo y elástico como es, nos ayuda a mistificar la exactitud y a liberarnos con ello de la tensión de la puntualidad, concepto que repugna a nuestra idiosincrasia, pues no estimula nuestro ego, como ocurre cuando hacemos esperar a los demás….."

Imprevisores:

"Los colombianos, decididamente, no somos previsivos. La previsión, ya sea en un individuo o en un pueblo, es una elaborada cualidad de raíz cultural, fruto de la educación, de la disciplina y del sentido común que los han llevado al convencimiento de que las cosas se deben hacer con el tiempo y la organización debidas. Tal no es, por supuesto, nuestro caso….."

"Gracias a viejos resabios culturales, en general, no estamos culturalmente condicionados para planear y realizar determinados quehaceres con la antelación necesaria, por lo cual, hasta los problemas más sencillos se nos pueden complicar, pues aunque haya entre nosotros individuos muy previsivos, acusamos una tendencia dominante a resolver los problemas sobre la marcha, sin mayor análisis ni preparación, muchas veces improvisado o como decimos coloquialmente: ¡chamboneando….!.

"…en vez de actuar como planificadores para prever los problemas, esperamos que las conflagraciones se presenten para luego intentar apagarlas a medida que ocurren o les damos la espalda hasta que crecen desmesuradamente y nos avasallan…."

En la próxima entrada publicaré otros atributos de los colombianos (desde el punto de vista del ensayo) y como pueden afectarse inciativas KAIZEN en las compañias.