A pesar de
nuestro frágil conocimiento de lo que está pasando, como seres humanos y como
compañías estamos adaptándonos de la manera más ágil posible, a veces usando la
intuición a veces los datos, en todo caso todo ha sido útil menos la
experiencia por que quien diga que ya sabía que teníamos que hacer está
tratando de engañarnos.
Pero más
allá de lamentarnos o tratar de explicar lo sucedido cuando apenas estamos
entendiéndolo, quisiera presentar algunas alternativas que están adoptando las
empresas líderes basadas en recomendaciones de consultoras globales.
Lo primero
es que el fenómeno COVID-19 a todos los ha golpeado de manera diferente
dependiendo del sector, empresas dedicadas a la producción de productos
esenciales como alimentos, aseo y artículos de cuidado personal han tenido un
impacto significativamente menor, mientras la gran mayoría de industrias están
experimentando casi una parálisis en su operación, aunque algunas rápidamente
han tratado de usar su capacidad productiva para suplir las necesidades
actuales del mercado reinventándose como negocio.
La realidad
global hoy, según la consultora Accenture son impactantes, 71% de las compañías
no tenían ningún plan de contingencia mayor a unas cuantas semanas, 94% de las
compañías del Fortune 100 están experimentando una disrupción en las
operaciones, 75% ya han tenido un impacto fuertemente negativo en sus negocios
y 55% piensan reducir su plan de crecimiento (o ya lo hicieron).
Para el
caso de las cadenas de abastecimiento, el impacto va desde los proveedores
hasta el cliente final, comenzando por el desabastecimiento de materias primas
o dificultades para su importación y trazabilidad , plantas en cuarentena o
cierre total por contagios, caída parcial o total de demanda, restricciones de
puertos, tiempos adicionales de exportación, baja oferta de transporte, cambios
intempestivos de la demanda, crecimiento de canales de venta no tradicionales y
falta de mano de obra a todo nivel por mencionar solo algunas consecuencias de
todo esto.
¿Pero qué
hacer entonces?
Claramente
nadie tenía una solución para esto y lo que han venido recomendando las grandes
consultoras mundiales es reaccionar rápidamente en planes de corto plazo para
mitigar el riesgo en las personas y la funcionalidad de la cadena de valor.
Varios de los planes sugeridos incluyen mapeos y monitoreos permanentes de la
cadena, análisis de datos que anticipen una mayor disrupción y garantizar
ciclos de respuesta mucho más cortos. Sin embargo, plantear soluciones en
tiempos de estrés donde el cliente sigue cambiando tan rápidamente es difícil
sobre todo porque lo peor puede estar por venir y la incertidumbre puede
extenderse mucho más sin embargo acá presento algunas acciones inmediatas a
tomar recogidas de varios documentos especializados.
Proveedores:
- Mantener reuniones diarias con proveedores estratégicos.
- Reducir la variedad de materiales.
- Reducir los requisitos de entrega.
- Evalúe fuentes alternativas de abastecimiento.
- Eliminar dependencia de pocos proveedores (mediano plazo).
- Relajar los términos de pago.
- Mapear sus proveedores hasta un segundo o tercer nivel para evitar futuras disrupciones.
- Educar su personal sobre prevención del COVID.
- Estar preparado para al ausentismo.
- Reubicar su personal a las categorías de mayor demanda.
- Rediseñar espacios en producción que eviten el contagio.
- Aumentar tiempos de limpieza y desinfección de aras comunes.
- Reorganizar turnos para evitar cruces de personal reducir contagios.
- Sacrificar eficiencia por flexibilidad.
- Aumentar la comunicación con los empleados y las reuniones diarias para reaccionar ante la variación de la programación.
- Incrementar la velocidad de ciclos de mejora frente a los reajustes a las líneas de producción.
- Simplificar los perfiles de producto (foco en SKU´s de mayor demanda).
- Definir planes alternos de fabricación de productos entre diferentes plantas.
- Algunos sectores de alta tecnología están diseñando plantas móviles (unidades modulares de producción) que se reubican dependiendo de la circunstancia.
- Redirigir inventarios a las zonas de mayor densidad de población.
- Proveedores entregando directamente a las tiendas o disminuir procesos de reempaque.
- Buscar canales alternativos de venta y distribución.
- Optimizar rutas, incrementar frecuencias de entrega.
- Reubicar inventarios existentes para conservar flujo de caja.
- Ampliar ventanas de tiempos de entrega.
- Temporalmente asignar empleados a roles de domiciliarios.
- Tener buffers estratégicos de inventarios con los niveles adecuados que absorban nuevas fluctuaciones. (teniendo en cuenta los costos y niveles del inventario).
- Tener definidas rutas alternativas de distribución cuando venga el halón de la demanda. (incluyendo los inventarios necesarios).
¿Qué hacer cuando vayamos superando esto?
La
recuperación de esta crisis será paulatina, algunos refieren varias etapas:
responder, recuperarse y prosperar, otras en términos de movilizarse, evaluar,
analizar y reconfigurar, pero finalmente cada negocio tomará sus propias
acciones y definirá sus etapas dependiendo de la situación de salud, las leyes
y el mercado.
Sin embargo
en el largo plazo será muy importante mapear el riesgo de toda la cadena de
valor frente a nuevos y diferentes escenarios teniendo en cuenta tiempos de
recuperación por cada escenario, tenga en cuenta que las plantas estarán
operativas mucho antes que se acabe esta pandemia y tendremos que abastecer la
demanda futura mientras protegemos nuestra gente, los efectos venideros serán
aleatorios, atacando regiones y sectores económicos en momentos diferentes, los
sistemas de información dinámicos son y serán aún más relevantes en el futuro,
conocer el estatus de los inventarios al instante será un verdadera ventaja
frente al cliente y tener un protocolo claro de crisis o “war room” siempre
alerta. Lo que llamábamos cadenas de abastecimiento digitales o (DSN –
planeación sincronizada, manufactura 4.0, cadena inteligente y abastecimiento
dinámico) serán una realidad mucho más temprano, solo la máxima visibilidad de
toda la red, la alta colaboración y extrema agilidad de respuesta será lo que
nos permita anticipar disrupciones y mitigar nuevos impactos, un nuevo modelo
de cadena de abastecimiento será imperativo.
Definitivamente
la naturaleza global nos ha hecho más frágiles que nunca, al entorno VICA (Volátil,
Incierto, Complejo y Ambiguo) tendremos que adicionarle VULNERABLE y aunque la
vacuna será la resiliencia, debemos acostumbrarnos a lo improbable y
prepararnos para que los cambios que estamos viviendo sean la nueva normalidad,
los cisnes negros están lejos de extinguirse.
Fuentes consultadas:
Excelente artículo, el análisis lo hace el escritor desde diferentes frentes y áreas, así como las diferentes alternativas para cada proceso operativo durante esta crisis global, sin dejar un lado la importancia de las variables a considerar para salir en un entorno diferente, que finalmente es necesario abastecer considerando un arranque difícil pero obligatorio de quienes busquemos permanecer en el mercado. Felicidades Sebastian Giraldo Cardona por aportes importantes que nos facilitan un entendimiento dinámico y muy acertado de la actualidad.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, me alegra que haya sido de utilidad.
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