Es posible que se esté preguntando: y ¿quien es Tokutaru Suzuki?, para ponerlo en términos simples y si me permiten la burda analogía,
Suzuki viene a ser como el Lionel Messi del TPM (Total Productive Maintenance),
aunque Suzuki no tenga la juventud ni la fama de Messi a sus 80 y tantos años éste Japonés autor del libro “TPM en industrias de proceso” (tal vez uno de los
libros mas consultados en la materia) ha sido por mas de 50 años activo formado consultor
y directivo por muchos años del JIPM (Instituto Japonés de mantenimiento de
plantas).
Hace poco mas de un mes tuve la suerte de conocerlo
personalmente y acompañar una auditoría de premio de consistencia en TPM que llevó a cabo durante una visita a una empresa en Colombia, francamente no se si
me alegró mas el hecho de haberlo conocido o que ésta empresa (como otras pocas) ubicada en
nuestro país, se haya presentado a este exigente nivel en el camino hacia la
excelencia en TPM. Para quienes no están muy familiarizados con el asunto el
premio de consistencia es el segundo nivel de premio que entrega el JIPM y que
precisamente refleja el esfuerzo consistente de los resultados en el tiempo.
(lo cual es muchas veces lo mas complejo).
La satisfacción de conocer a Suzuki va mas allá de la admiración por el contenido de su libro (que realmente es un muy buen compendio
de escritos de él y otros autores sobre los pilares de TPM), ni tampoco por su infinita
sabiduría en éste y seguramente otros cientos de temas, sinó por su dedicación
absoluta a la causa de hacer mejores empresas y de promover fuera de las
puertas de su país los fundamentos de la mejora continua, su presencia aunque
debilitada por lo años inspira admiración y respeto, respeto por las huellas
que ha dejando en tantos países y seguramente en cientos de personas que lo han
conocido o han aprendido de sus enseñanzas pues antes que un consultor Tokutaro Suzuki es y será un maestro.
Este día en que pude acompañar su visita a Colombia reforcé la
importancia de muchos de los principios fundamentales de TPM que precisamente quiso y pudo confirmar en la planta, la participación activa y
apasionada de las personas, el enfoque sistemático sobre las pérdidas, la
mirada rigurosa sobre las cosas básicas pero trascendentales como las 5s y el
uso consistente del método, en cada caso que se le presentaba mantenía siempre
esa misma curiosidad por seguir aprendiendo y que por momentos hacía olvidar el
temor y la ansiedad de quienes estaban presentado sus resultados.
No es fácil tener personas de este calibre en nuestro país,
aun son pocas las empresas que tienen la capacidad y la disciplina (sobre todo)
de aplicar voluntariamente a un premio de esta categoría, pero celebro
francamente que esto este sucediendo y ojalá ésta fuera la constante en mas
organizaciones, necesitamos no solo un Suzuki sinó cientos de ellos que esten
viniendo a evaluar nuestras empresas a dejar enseñanzas, lecciones y recomendaciones.
Aunque solo tuve la oportunidad de interactuar con él un
tiempo muy corto en el momento en que firmó mi libro (confieso que me tocó
finalmente comprar la versión original), fue lo suficientemente gratificante
para que valiera la pena el instante, su humildad y sencillez también fueron una
lección aprendida, le quedaré siempre agradecido a él por ese gesto y a quienes
amablemente me abrieron las puertas para conocerlo.
Seguramente mi experiencia estará lejos de la emocionalidad
o excitación que pueden provocar algunas figuras artísticas o deportivas, pero de
no haber sido por la sobriedad del evento yo le hubiera podido tranquilamente dar un abrazo.
Gracias Señor Suzuki por su visita, larga vida a ud y al TPM!
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