Esta semana he querido traducir un artículo muy interesante que me llegó de Jim Womack (www.lean.org) sobre el impacto de la situación económica mundial en una de las empresas históricamente más sólidas del mundo: TOYOTA.
Todos conocemos la frase, "una marea alta levanta todos los botes", y esto fue cierto durante la burbuja económica de los últimos años. Casi cualquier firma podría sobrevivir, aun con un desempeño mediocre y sin mejoramiento.
Desafortunadamente, hay un corolario. Una marea realmente grande – un tsunami financiero – puede al menos ladear el barco más sólido. La dolorosa evidencia para la comunidad Lean es el reciente anuncio de que la organización consistentemente exitosa y financieramente más estable – TOYOTA – está ahora perdiendo dinero por primera vez en 70 años.
¿Cómo puede ser? Y ¿qué significa este tsunami financiero para el movimiento Lean?
La causa raíz de los actuales problemas de Toyota es la decisión a mediados de los 90´s de poner el pie en el acelerador para ganar la posición # 1 de la industria global automotriz. Toyota amplio enormemente su capacidad alrededor del mundo y en 2008 superó a GM como líder de ventas.
Haciendo esto devoró mucho efectivo requiriendo más que sus modestos niveles históricos e hizo vulnerable la empresa a una caída en la demanda. Un Colapso en las ventas no estaba anticipado, pero Toyota más que cualquier otra firma debió haber respetado su duramente ganado aprendizaje de que los pronósticos – particularmente los optimistas – son usualmente equivocados.
A pesar del colapso de la demanda en todos los mercados, Toyota no está en la desesperada situación de muchos de sus rivales. Aun tiene una rata de crédito confiable y puede mantener sus nuevos programas de investigación y desarrollo. De hecho en caso de que las cosas se pongan tan mal de que solo una compañía pueda continuar operando esta será TOYOTA.
Pero la feliz época de la expansión sin límites se acabó y TOYOTA ha sin duda estado gastando mucho tiempo a finales del 2008 en hansei (reflexión autocrítica), hemos observado que TOYOTA desde el comienzo siempre quiso ser el mejor resolviendo los problemas del cliente usando la menor cantidad de recursos de manera que pudiera sobrevivir, Pero en los años 90´s cambió el curso para abrazar la visión común en los negocios de que el crecimiento a cualquier precio siempre es bueno y que ser el más grande era lo mejor.
Esta no es la manera Lean y predigo un regreso de TOYOTA a su visión tradicional en su propósito, También predigo que la actual recesión será una bendición para darle tiempo a TOYOTA de replantear su inventario de gerentes Lean. Su crecimiento acelerado diluyó seriamente su experiencia a nivel administrativo y se convirtió en un grave riesgo para su éxito a largo plazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario